Mallorquina

La solución más habitual para la protección solar en edificios es las mallorquinas. Una solución tradicional que se ha renovado pasando de las típicas estructuras en madera a las fabricadas en aluminio.

Muchas son las ventajas de poner mallorquinas en una vivienda: contribuyen a decorar la fachada y a definir el estilo de la vivienda, protegen las ventanas de la lluvia y demás adversidades climatológicas, ayudan a regular la cantidad de luz que entra y a crear el ambiente deseado, ayudan a crear intimidad limitando las vistas desde el exterior al interior actúan como protección contra robos -si están cerradas y refuerzan el aislamiento térmico y acústico de la ventana

Las mallorquinas actualmente se fabrican en aluminio, un material que, a diferencia de la madera, tienen larga longevidad y bajo coste de mantenimiento.

La lama de una mallorquina puede ser abierta, cerrada u orientable (móvil); y por su sistema de apertura pueden ser correderas, practicables o de acordeón (plegables).

Existe una gran variedad de formas, colores y acabados, por lo que cualquier idea o estilo arquitectónico se puede realizar gracias a esta variedad de posibilidades.